Enero del año 2009, Daniel Reetz fabrica un escáner de libros casero. Tres meses después publica las instrucciones con una licencia libre para que otros puedan construir máquinas similares. Mayo de 2010, 30 personas se reúne en Madrid para elaborar un escáner similar. Ha pasado un año y median unos 7.000 kilómetros de distancia. El proyecto DIY Book Scanning me ha fascinado nada más conocerlo, y más aún por la extensión de ese dispositivo. The North Dakota a Madrid, medio mundo. Pero además, el escáner es un artefacto donde singularmente confluyen tres formas de articular la cultura libre: a través de la producción de hardware, a través de la reproducción de obras artísticas (en dominio público) para su posterior circulación y mediante la incorporación de software libre (en este caso para la gestión del escáner).

Bien es cierto que esa distinción puede problematizarse pero no es menos cierto que permite entender prácticas diferenciales y distintos artefactos sobre los que se sostiene la cultura libre. Por ejemplo, el software que se va a utilizar ha sido desarrollado en Nueva Zelanda, y a diferencia de los materiales físicos para el escáner, se puede disponer de él con un solo golpe de clic. La materialidad del escáner está ahí. Software digital, escáner material. Pero curiosamente el escáner es un mediador entre lo material y lo digital, ese es su objetivo: convertir un pesado y delicioso libro de papel en una sucesión de bits que pueden viajar tan rápido como el software con el que han sido codificados, infinitamente más rápido que el escáner con el que han sido creados. Y es ahí donde podemos comenzar a problematizar la pesada naturaleza del escáner y la ligera naturaleza del libro escaneado, porque ¿qué sería del libro digital sin el escáner que lo ha engendrado?, ¿cuán ligero es el escáner cuando pensamos en él como algo más que ese artefacto de hardware y consideramos a su progenie digital?

Y todo esto a cuenta de un taller que se celebra en el Medialab entre los días 17 y 21 de . Para los que asistan, allí nos vemos.