Un proliferatorio de proyectos ciudadanos de gestión de lo público
Madrid se ha convertido en una de las ciudades más efervescentes en los últimos años en proyectos impulsados desde el barrio, promovidos por los vecinos o desarrollados desde la ciudadanía. Yo siempre menciono las mismas como mis referentes porque son las que más conozco: La Tabacalera de Lavapiés, El Campo de Cebada y Esta es una plaza. Todos ellos lugares y proyectos en los que la ciudad se está reinventando a través de una cotidianidad compartida que nos proporciona nuevos materiales para imaginar la ciudad y practicarla de una manera distinta. Hay quien los verá como formas de transformación urbana, otros como una ampliación ciudadana del urbanismo antes en manos de expertos, un ejercicio de recuperación del espacio público, un gesto de empoderamiento ciudadano o un genuino ejercicio político que trae a la existencia nuevos derechos urbanos… Pero esos tres proyectos no son los únicos, el Vivero de Iniciativas Ciudadanas tiene una extensa recopilación de iniciativas de todo tipo que dan cuenta de ello. A muchos nos parecen intervenciones urbanas ejemplares que merecen todo el esfuerzo que sea necesario para sostenerlas. Pero, ¿qué otros proyectos singulares hay en esta ciudad de Madrid que nos muestran que otra ciudad es posible?, ¿qué nos pueden enseñar y qué podemos aprender de ellos?
En las últimas sesiones de la Mesa de trabajo sobre Proyectos Ciudadanos de Gestión de lo Público he descubierto al menos dos proyectos más. Uno es el Espacio Vecinal Montamarta, un antiguo mercado de abastos en el barrio de San Blas convertido ahora en un proyecto vecinal prometedor promovido por los vecinos del barrio. El otro proyecto es la Red de Huertos de Madrid (que funciona desde hace varios años), otra iniciativa excepcional. Varios participantes de los proyectos relataron su desarrollo en la tercera reunión de la Mesa de trabajo sobre Proyectos Ciudadanos de Gestión de lo Público sus proyectos (más adelante recojo algunos detalles de la relatoría). Lo que siguen son algunas notas personales (“personales”) de mi experiencia en la mesa. El próximo martes 27 de noviembre a las 18.00 en Intermediae/Matadero (Madrid) tenemos nuestra cuarta reunión. Está abierta a cualquiera que quiera participar. El orden del día provisional es, como se indica en la relatoría del último día:
1- Presentación y discusión de proyecto invitados.
2- Discusión de las relaciones con el ayuntamiento: posicionamiento ante el mismo, mecanismos de vinculación y objetivos.
3- Discusión sobre la propia mesa de trabajo: ¿qué modelo de trabajo adoptamos?.
4- Discusión de los canales de comunicación de la mesa.
5- Preparación de la reunión del jueves 29 de noviembre en Conama (Congreso Nacional de Medioambiente).
6- Presentación del modelo de trabajo del Vivero de Iniciativas Ciudadanas.
Hay una lista de correo abierta en Google Groups en la dirección: https://groups.google.com/forum/?hl=es&fromgroups#!forum/madrid-ciudadana).
Todos los proyectos mencionados arriba (Tabacalera, El Campo de Cebada, Esta es una plaza y el Espacio Vecina de Montamarta) son el resultado de procesos de negociación con las administraciones pública. Ese es uno de los modelos que la mesa de trabajo maneja como referente y sobre el cual desea investigar y promover. El desarrollo de todos ellos requiere de conocimientos y herramientas que no están al alcance de todo el mundo. Las discusiones de las sesiones anteriores dan cuenta de ello (las relatorías previas de la primera y segunda reunión aquí y en el Vivero de Iniciativas Ciudadanas). En ellas se ha hecho evidente mostrado cómo el ayuntamiento, y las administraciones públicas, están lejos de ser instituciones homogéneas; por el contrario, hay sensibilidades muy distintas y en ocasiones enfrentadas. Lograr desarrollar un proyecto vecinal/ciudadano depende en ocasiones de llamar a la puerta justa. Después es necesario lidiar con múltiples áreas de gobierno en no pocas ocasiones con diferentes sensibilidades. Lo que una niega la otra lo promueve. Y tras todo eso, la maraña legal/administrativa que obliga a una gran inventiva para no quedar encorsetado en límites legales en ocasiones descabellados. Pero ese no es el único problema, el despliegue de las infraestructuras materiales es otro asunto clave: montar un depósito de agua o construir los contenedores de madera para un huerto, no todos tenemos el conocimiento necesario para ello. Y a eso se suma la inmensa sutileza que es necesario para aunar voluntades en los barrios y sostenerlas en un proyecto duradero. Todos esos son desafíos que se les ha presentado a la gente que sostiene los proyectos ciudadanos/vecinales hoy en marcha y que, el funcionamiento de esos proyectos, muestra que es posible solventarlos.
Así que la mesa ha hecho explícita en sus reuniones previas todas esas dificultades y ha comenzado a poner en común el conocimiento y las herramientas utilizadas para solucionar esos dilemas en distintos proyectos. La idea que parece flotar en el aire es la de hacer explícito todo ese conocimiento y herramientas para que proyectos de este tipo puedan proliferar por todo Madrid (y quién sabe si también por otras ciudades). Y aquí le tomo a Antonio Lafuente uno de esos conceptos de su genial inventiva: ‘proliferatorio’. Quizás la mesa pueda convertirse en un proliferatorio: un lugar para hacer proliferar proyectos ciudadanos/vecinales de gestión de lo público. Pero, ¿qué sería un proliferatorio?, ¿cómo puede cristalizar el trabajo de la mesa?, pues ni yo ni nadie de la mesa creo que tenemos una idea muy clara. Puede ser quizás una página web como la que han montado en Territoris Oblidats. O podría ser una Guía de Vacíos Urbanos Autogestionados como la elaborada por Todo por la Praxis o la Guía para la activación del espacio público de straddle3. O quizás una oficina que es más que una oficina, como la que Remedios tiene para la gestión de los muros (Oficina de gestión de muros). O quizás un Vivero de Iniciativas Ciudadanas. O quizás una cocina urbana (una CityKitchen). Aunque seguro que hay muchas más fuentes de inspiración. Y también podemos pensar que la mesa es simplemente eso: una mesa, literalmente, donde hacemos eso que es lo más difícil y antiguo: reunirnos en común para reunir lo común, para poner en común tantos proyectos que hacen de la gestión ciudadana y vecinal de lo público su razón de ser. Creo que no tenemos aún una idea clara y que la mesa hace de la investigación de ese asunto uno de sus aspectos centrales. Yo, de momento, estoy aprendiendo de cuántas ciudades diferentes hay en esta ciudad. Y cualquiera que quiera está invitado a tomar parte también.
Copio más abajo parte de la relatoría que hizo Enrique de la última reunión.
## El Espacio Vecinal Montamarta ##
La comunidad que está impulsando el proyecto de Montamarta como espacio público cedido para su gestión ciudadana proviene del mundo asambleario post15M, aunque esta relación es personal e histórica, pues la asamblea que gestiona el proyecto tiene independencia ideológica. El proyecto surge en San Blas, en el antiguo mercado, un edificio sin uso durante 25 años, originalmente privado, y posteriormente expropiado en su fase de abandono. Con su expropiación el IVIMA cede a Madrid Salud la propiedad del mismo con el objetivo de habilitar en el mismo un Centro de información dietética, hasta el momento sin intervención ni puesta en funcionamiento a pesar de la presión vecinal.
En este contexto, y tras varios meses de debate asambleario (colectivo activo de unos 30 miembros), el edificio es ocupado por un grupo de jóvenes del barrio en otoño de 2011. En ese momento empieza la negociación y vinculación con el barrio, primero ganando la confianza y legitimidad del mismo invitando a las asociaciones de vecinos locales a participar y aprobar la ocupación, que cumpliría las condiciones de cubrir las necesidades de los vecinos y de no impedir el uso público del edificio (en caso de reactivación de los usos previstos por la administración). En este momento se realiza la solicitud de cesión (tras un desalojo forzoso para permitir la interlocución con la administración y negociación con una asociación legítima -no okupa-). La negociación es posible porque no hay dinero para habilitar el edificio, hay presión popular y no hay un uso real.
Los agentes implicados son:
.Concejalía de seguridad: no negocian con okupas, desalojan y entonces abren la mesa de negociación.
.Participación ciudadana: dinamiza la mesa de negociación.
.Madrid Salud: acepta la cesión del edificio.
.Concejalía de distrito: emite un informe favorable para la cesión, constituye una mesa de trato directo y supervisión del proyecto, y lo hace a través de la Asociación de Vecinos de San Blas, federada dentro de la FRAVM, que se convierte en el agente mediador entre Montamarta y la Administración.
.FRAVM: desbloquea la negociación (en el ámbito económico, que era el principal obstáculo y objeto de demanda) trasvasando parte del dinero del Plan de Barrio de San Blas-Simancas.
Infraestructura y financiación
El antiguo mercado es un edificio de 900 m2. Se exige normativa básica (CTE). Y un horario de apertura de 10 a 21 horas. La financiación total en 3 años es de 400.000 euros, de los cuales 340.000 serían para rehabilitación del edificio y 60.000 para contenidos y actividades. Para paliar la limitada financiación del funcionamiento y uso la administración sugiere obtener ingresos mediante autofinanciación. Esto plantea problemas en la construcción de una identidad y modo de gestionar lo colectivo: en los estatutos del proyecto de cesión se establece que ninguna actividad tiene un precio (aunque se aceptan donaciones); no hay una indiferenciación entre gestores y usuarios del espacio, pues los perfiles de los agentes implicados en el proyecto son mixtos; la introducción de estrategias de autofinanciación estándar (según entendimiento administrativo, p. ej. una cafetería) implicarían la aparición de figuras legales controvertidas con necesidad de licencia, competencia con los servicios existentes en el barrio, autoempleo… pero que se conectan con potencialidades como la promoción de autoempleo en un barrio con altas tasas de paro y ancianidad.
Relación con las Asociaciones de Vecinos
Desde el inicio ha habido apoyo porque han coincidido las reivindicaciones de las asociaciones el barrio con las de la asamblea del centro. La FRAVM tiene una legitimidad de interlocución con la administración basada en 40 años de existencia, unos estatutos claros, un alto número de socios y por todo ello un poder de presión sobre el Ayuntamiento importante. En San Blas hay 9 asociaciones de vecinos y una coordinadora de asociaciones. La relación entre Montamarta y la Asociación de Vecinos de San Blas es fundamental y recíproca. La asociación está incluida en Montamarta (tendrá su oficina en el centro cedido, participa de la Asamblea de Montamarta) y viceversa (los miembros de la Asamblea de Montamarta participan de la Asociación de Vecinos del barrio). Se asumen recíprocamente las reivindicaciones vecinales.
Montamarta no recibe el dinero directamente (recibido del Ayuntamiento a través del Plan de Barrio), sino que lo gestiona la FRAVM. Se justifica el dinero de las obras y el de las actividades (definidas mediante asamblea escuchando las demandas y ofertas del barrio y estableciendo calendarios anuales, trimestrales y semanales, y aprobadas por la asociación de vecinos y concejalía de distrito)
Modelo de trabajo
Hay una asamblea general, tres grupos de trabajo (desarrollo político, infraestructura y secretaría) y tres roles (portavoz, tesorero, secretario) y unos 15 miembros activos. Hay 4 asambleas semanales. Las bases para la gestión interna son:
.la relación se da en reuniones sin puentear a las asociaciones de vecinos.
.trato directo con el concejal de distrito.
.trato directo con las asociaciones de vecinos locales y con la FRAVM.
.la asamblea, aprendiendo de experiencias 15M se blinda ante posibles hackeos: no es completamente abierta, tiene mecanismos de seguridad, no se decide por unanimidad (se promueve el disenso responsable).
La documentación del proyecto es la clave para el éxito del mismo, y está compuesto por:
.El modelo de cesión y gestión: bases, objetivos, herramientas de gestión y proyecto.
.El convenio.
.El proceso o “caja negra” (hoja de ruta explicativa y justificativa del proceso de decisiones desarrollado)
Temas clave:
.relación bidireccional con asociaciones de vecinos. inclusión recíproca en modelos de gobernanza y objetivos-reivindicaciones sociales.
.rigor en la construcción del proyecto: desde la construcción de estatutos basados en la autorregulación, a la legitimidad del reconocimiento vecinal o a la evaluación progresiva del proceso.
.disenso responsable: permitir el devenir de la comunidad (pero implica no asimilar completamente la controversia).
## Red de Huertos Urbanos ##
Red de Huertos Urbanos. Inicialmente 3 experiencias de huertos urbanos existentes: Esta es una Plaza, Grama y Solar de Antonio Grilo, tras una reunión deciden trabajar juntos (crear una red conjunta), y a la vez, observan que la FRAVM tiene un grupo de Huertos Urbanos (generar vínculos con la Administración: Área de Media Ambiente). El área de Medioambiente se compromete en un primer momento a: inventariar solares disponibles, ceder el espacio y dar luz y agua.Progresivamente se observa un deterioro del compromiso previsto (que muestra la dificultad para que iniciativas ciudadanas y las diversas áreas de gobierno alcancen acuerdos completos). Ante lo cual se plantean:
.acciones de guerrilla informativa-formativa
.una comisión de alegaciones al PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) para revisar los usos del suelo previstos (que por ejemplo no plantean el uso agrícola como posibilidad dentro de lo urbano, y ante lo cual sólo se han dado 3 excepciones extraordinarias en Esta es una plaza, Campo de Cebada y Colegio Siglo XXI.
.otras vías de presión como obtener la categoría de “Buenas Prácticas” (asociadas a ONU-Hábitat) a nivel europeo.
Actualmente en Madrid hay unos 40 huertos urbanos de los cuales 18 forman parte de la red. La Red de Huertos Urbanos tiene un blog (Red de Huertos Urbanos) a través del cual se hace visible y opera de manera abierta y participativa como foro, banco de recursos y asesoramiento (legal, técnico, etc). La Red también desarrolla experiencias formativas que además son útiles para hacerse visible en los barrios y generar vínculos con la ciudadanía a nivel vecinal.
Se tratan otros temas abiertos a considerar como “encontrar a la persona adecuada” (agentes intermedios en la administración que facilitan o posibilitan cosas), la necesidad de dar legalidad y regularidad a estas prácticas para evitar su imagen asociada a criminalización, o el campo de acción del limbo de los espacios interbloques (con las controversias que implican: usos incompatibles, no propiedad, resolución de financiación y recursos).
IMAGEN: Distrito.com.